Que alguien pare a H&M.

¡Buenos días!

Sí, lo sé. Esta no es la entrada que dije que sería, pero era o esta o ninguna. Estoy demasiado liada con maleta, aún no he pedido las fotos aún (están todas en el ordenador de mi madre en España) y quiero que la entrada de los modelitos de graduación esté bien organizada y escrita. Además, hasta el 5 de abril H&M tiene envío gratuito con el código 0038, con lo que esta entrada tenía más sentido.

El verano pasado descubrí H&M. Acababan de abrir su página web y había un montón de ofertas geniales (y aún siguen, cada semana rebajando online un grupo de prendas). Ni siquiera puedo recordar la última vez que entré en un H&M antes de esa decisión de comprar online, y el empujón final fue descubrir su línea DIVIDED para jóvenes, una línea que mezcla los trends juveniles con un toque elegante y una gama de colores más que llamativa.

Pero a veces a H&M, como suele decirse, se le va la olla.

No sé si es que quieren «cubrir todos los campos» para que todos, incluidos aquellos que le gusta toda ropa horrenda, puedan comprar en su marca, pero… no. Simplemente, no. H&M, para. Y es que al principio pensé que era cosa mía, que quizá es que aún no entiendo el mundillo este de la moda, pero gracias a vuestros comentarios en twitter me di cuenta de que:

1. No estoy sola.
2. Hay gente más que dispuesta a encender una hoguera y lanzar algunas prendas de H&M a ella.
3. H&M necesita una intervención.

Con todos ustedes, la fantástica recopilación de cagadas de H&M:

1. Moda kawaii

Al parecer H&M acaba de descubrir el mundo del manga/anime, el cómic o animación japonesa. Aunque, yendo más lejos, lo que acaban de descubrir es el concepto «kawaii», ese término que describe a una chica adorable cuyo comportamiento es más de niña pequeña que de joven adulta. Veamos cómo lo plasman en esta fantástica colección.

Que alguien me explique qué es esto. Sí, lo sé, son jerséys de pelo, de esos que hemos tenido en estos últimos meses de otoño/invierno. Y me acabaron gustando, sí, pero en colores neutros. Esto, señoras, es un atentado contra el buen gusto. Si es que la cara de la modelo lo dice todo. Miradle atentamente a lo ojos. Miradle a los ojos y decidme que no se está acordando de la madre del diseñador.

Y, sí, vale, la carita gatuna esa es cuqui. ¡Muy cuqui! Y probablemente me la pondría para ir a clase en esos días que estoy vaga y solo pienso en ir adorable para que la gente no sea mala conmigo. Pero solo la perdonaría porque el color ni es tan estridente como en los otros dos jerséis ni pone KAWAII en grande. Es como si hiciesen un jersey de pelo rosa que pusiese CUQUI. Cuqui qué.

Aquí un mix de cosas que… que no puedo ni explicar. Por un lado las zapatillas con la cara de panda, que puedes decir: «Bueno, vale, son adorables. Mira su carita de Hamtaro». Pero, en serio, ¿quién se las pondría para salir a la calle? Yo desde luego las tengo fichadas para mi propia entrevista de trabajo. No me extraña que estén agotadas hasta el número 40.

Luego tenemos una especie de camiseta o jersey imitando el uniforme típico de estudiante japonesa (¿recordáis a Sailor Moon?). De esta camiseta prefiero no decir nada porque mi política ante lo horrendo es que un silencio prolongado lo dice todo.

Y luego una camiseta con estampado de sushi. Y con una palabra en chino, o japonés, o koreano, o a saber qué palabro han puesto ahí. Me inclino por «kawaii», pero lo mismo podría poner mesa o travelo, que ni te enteras. Pero oye, ¿y lo genial que es una camieta de sushi? Pues eso. Pescadito estampado, mi preferido.

Después de hacer el súper mix me he encontrado esta sudadera estampada en «SO CUTE!». He decidido parar de explorar.

Pero ninguno de estos es el ganador de esta ronda…

Anonadada me hallo. Va hasta con las zapatillitas de panda.

Ni siquiera me voy a parar en los precios de cada prenda porque sería hurgar en la herida. Dejémoslo así.

2. Postureo Coachella

No tengo mucha quejas de esta sección. Coachella es un festival de música norteamericano famoso por su enorme asistencia (el año pasado reunió a 90 mil personas. NOVENTA MIL. Más que la población de Andorra), diferentes tipos de música (de AC/DC a David Guetta) y, últimamente, de la moda que gira entorno a él.

El Coachella style se caracteriza por prendas vaporosas, crop tops de crochet, tatuajes de henna o en colores plateados, sandalias de ante marrón, gafas de sol redondas, coronas de flores y muchos, muchos flecos. En resumen: estilo boho o hippie, siendo Vanessa Hudgens su mayor representante.

Boho Coachella style: algo así.

Aunque a mí me encanta este estilo (de verdad, me vuelve loca) y reconozco que H&M ha diseñado cosas muy bonitas inspirándose en el Coachella, aún hay cosas en el catálogo con las que me río mucho. Como por ejemplo, un espejo con cepillo interior en el que pone H&M ❤ COACHELLA y que al menos solo vale 4 euros o un pack de pulseras muy hippies con una medalla de plata en la que pone COACHELLA 2015.

¿Y por qué me hace gracia? Pues porque, ¿para qué quieres una pulsera que ponga Coachella 2015 si no has ido al Coachella 2015? ¿Qué significa? ¿Es cosa de los Illuminati? Esta pulsera supera los límites del Postureo. Seamos sinceros, ¿qué español tiene 300 euros para gastarse en la entrada del festival y unos 2.000 para los billetes de avión? ¿Un rico, quizá? ¿Y si tienes dinero para ir al Coachella no te comprarías una pulsera recordatorio ALLÍ? Quizá estoy sacando todo de quicio, PERO POR QUÉ, H&M, POR QUÉ.

Con estos accesorios jamás sospecharán que nunca fuiste al Coachella.

A pesar de todo esto, recomiendo encarecidamente que le echéis un vistazo a la línea de ropa Coachella de esta marca si os va el rollo boho, porque a mí muchas cosas me tienen enamorada.

3. Las joyas de la corona

No creáis que la idea de esta entrada surgió por las nimiedades anteriores, no. El horror llega mucho más lejos, golpea con mucha más fuerza. Si ya estaba anonadada y sobrecogida por el despliegue de anti-morbo en H&M, con estas dos últimas prendas sentí por vez primera miedo. ¿Y si me encuentro a alguien por la calle que lleva algo de esto? ¿Cómo voy a reaccionar? ¿Debería existir la Policía del Buen Gusto? Sin más dilación, os dejo las joyas de la corona:

La teoría más seguida es que H&M quiere llevar el April Fools al siguiente nivel, pero sin saber que ni es abril, ni nosotros somos tan inteligentes. ¿Lo peor? EL PANTALÓN ESTÁ AGOTADO COSTANDO 50 EUROS. ¿Cómo? ¿CÓMO? ¿Lo habrán comprado para hacer rituales satánicos con él o solo para quemarlo en la hoguera?

Y ni hablemos de las botas de pelo de oso. Les falta tener garras para pertenecer a la categoría de anime. Además, ni siquiera sé en qué contexto puedes llevar unas botas peludas en pleno entretiempo.

4. H&M se cree que somos tontos

¿Recordáis el vestido que os recomendé para San Valentín? ¿Ese tan bonito que en Rebajas solo costaba 14 euros? Aunque le amaba, no me lo compré por la gran abundancia de vestidos negros en mi armario (soy una especie de bruja moderna), y lo vi marchar tristemente. De hecho, cuando acabaron las Rebajas en H&M no se había gastado en ninguna talla.

¿Así que qué hicieron? Colarlo en Nueva Colección, con el precio original. Y lo mismo han hecho con todas las prendas que no se agotaron en Rebajas. Por toda la cara, las han devuelto su precio de inicio y etiquetado como Novedades. ¡Con un par!

Lo peor es que no podemos hacer nada por evitar esto, así que realmente en H&M nunca sabremos si estamos comprando algo que podríamos haber conseguido por hasta 65 euros menos la semana anterior (como en el caso de este mono, que en Rebajas llegó a los 35 euros y ahora está a 99 otra vez). El único método es conocerse la colección entera, y eso ni yo que estoy loca puedo hacerlo.

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EXTRA: H&M hace algunas cosas bien [wishlist]

A pesar de todo lo anterior, ya os he dicho muchas veces que H&M me suele gustar mucho. Eso sí, he descubierto que me llevo mejor con sus prendas básicas, como vestidos sin estampados arriesgados o accesorios normales y corrientes.

No descarto acabar picando con alguna prenda de la colección Coachella (porque algunas de ellas no son muy caras) y, de hecho, ya he hecho uso del código de envío gratuito con este vestido básico en gris por 10 euros que me enamoró en cuanto lo vi en la web y al ir a Brighton para despedirme de la ciudad no pude evitar pasar a probármelo (aunque luego se me olvidó la talla que me quedaba bien y tuve que hacer cálculos, espero haber acertado). Además, la espalda es en pico hasta donde comienza el sujetador, con lo que le da un giro original al vestido.

El detalle en la espalda solo lo muestran online en el vestido tribal. Estoy enamorada.

Aparte, me he encontrado con que tengo una lista de deseos bastante larga en H&M, y he pensado en compartirla con vosotros. ¡Aquí os la dejo!

• Botas acordonadas, 35 euros. Solo las cogería en el caso de que las mías que tengo ahora no puedan ser arregladas en el zapatero (han muerto un poquito).
• Botas Chelsea, 60 euros. Otras sustitutas en caso de que mueran las mías. Pero con ese precio (categoría Premium Quality) y además de ante, que con lluvia no se pueden poner… dudosa compra.
• Botines Chelsea, 30 euros. Me encantan, y he cogido algo de trauma después de pasarme estos casi 7 meses en UK andando solo con las botas de tacón, así que este siendo algo más bajito me llama mucho. Estoy desesperada por comprar un montón de calzado diferente, tanto plano como con algo de cuña.
• Bailarinas brillantes (plateadas), 25 euros. Vi cómo combinaba una blogger (sí, beautycrush, en este vídeo) unas como estas de Zara y me abrió las puertas a un nuevo mundo de posibilidades. Son un poco caras, así que las buscaré en Aliexpress a un precio más accesible.
• Bailarinas con lateral cruzado, 20 euros. Como ya he dicho, he cogido algo de ansiedad por hacerme con más zapatos planos, así que las bailarinas me parecen buena opción. Aunque ODIO la punta picuda en los zapatos, en las bailarinas me gustan porque les quita ese efecto ballet/niña pequeña. Creo haber encontrado unas parecidas en Aliexpress por 7 euros, así que seguramente me decida por esas aunque no tengan el lateral cruzado (que me parece muy original).
• Sombrero negro, 15 euros. LO. NECESITO. Simplemente. Lo necesito. En tienda nunca lo tienen en talla S, que es la mía (cabeza enana), pero el precio me echa para atrás. Pero es que estoy enamorada y me queda genial.
• Gafas de sol, 7 euros. Baratas y cuquis. Solo tengo unas marrones, así que con tener el otro color básico me vale.
• Mono básico (en negro), 15 euros. Si fuese más barato me lo cogería en todos los colores y estampados, pero de momento sólo me gustaría en negro. Sí, sé que tengo muchos monos, pero no tengo ninguno plano, simplemente negro.
• Pantalón talle alto (alguno de los dos grises), 20 euros. Muuuchos colores y talle muy alto. Lo mío.
• Vestido como el gris pero en amarillo, 10 euros. Pues lo dicho. Lo toqueteé en Brighton y me pareció un tejido muy guay, diferente al del vestido gris, pero no quise pararme a probármelo. Como no sé cómo me sienta el amarillo o si me lo pondría mucho, mejor lo dejo ahí en reserva. El tribal no creo que me lo coja. Tengo muchas cosas de estampado tribal y ya canso a la gente.
• Falda midi en color «rosa de antaño», 30 euros. Sé qué jamás me la compraré o sabría con qué combinarla (desde luego no con lo que lo combinan ellos), ¿pero a que es preciosa? PRE-CIO-SA.

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¡Y eso ha sido todo por hoy! ¿Qué os ha parecido todo? ¿Os habéis horrorizado tanto como yo? ¿De qué os gustaría que hablase más adelante?

¡Ya sabéis que me podéis decir cualquier cosa o preguntar dudas tanto comentando aquí como por twitter en @LunnVic!

Nos vemos la próxima semana ❤